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La historia de TALORA

Recuerdo cuando me probé el primer collar que hice en frente aquel espejo empañado del baño de mis padres. Todavía no lo sabía, pero gracias a ese collar yo te estoy contando esto y tú lo estás leyendo. Nunca había tenido un gran sentido de la moda, en absoluto. Aún así cuando me ponía mi collar de piedras, me sentía yo misma, libre de ser, incluso en ocasiones una niña "guay". Me pasé todo el verano de arriba abajo con él puesto y aunque algunas piedras eran un poco puntiagudas, no me importaba dormir con él. Con el tiempo, tuve que crecer y aprender a jugar al juego de los negocios. Focalicé toda mi energía en ello. Y como nunca me había permitido aceptarme tal y como era, conforme más me centraba en ellos, más me distanciaba de quien era yo.
Hasta que un día buscando completar un look, encontré mi collar perdido por algún cajón. Seguía intacto, tan brillante como el primer día. La emoción y le sensación de libertad se apoderó de mi y una idea nació en mi cabeza. Lo llevé puesto el resto del día y por primera vez en mucho tiempo volví a recordar quién era yo. Después de aquello diseñe y creé muchos otros que representaron diversas etapas y momentos. Fue por eso por lo que se creó Talora, para recordar a las personas quienes son ahora, sabiendo que tienen margen para convertirse en quienes aspiran a ser y que mientras lleven su collar puesto, merecen recordarse que nunca se olviden de cuidar a su verdadero yo.
CÓMO DAMOS VIDA A NUESTRAS JOYAS

El proceso de creación de una joya consta de 3 tediosas etapas.
1.Después de varias semanas de bocetos y prototipos, conseguimos el modelo final del cual parten todos los demás.
2. Este "modelo" es utilizado como referencia por nuestros artesanos quienes eligen una a una las piedras y/o perlas para tu collar. Del mismo modo una a una se montan con paciencia. Resultando siempre en una pieza única en el mundo debido al carácter natural de cada piedra y perla.
3. Después del montaje, la pieza ha de ser empaquetada con delicadeza en nuestras cajas con un toque de perfume y una impresión de un dibujo pintado a mano, junto a una pegatina y una tarjeta descuento.
Como ves, cada pieza tiene su intrínseca y su naturaleza propia. Al igual que no hay dos personas iguales, a nadie le pertenecerá una pieza igual a la de otra persona.